Emisarios de Ilusión

Moona: un jardín de vida


Moona: un jardín de vida. En esta era de creatividad, hay quienes hablan sobre la «ciencia de la bondad humana». Ya los científicos entienden ese proceso de transformación, del cómo y el por qué amar, cooperar, empatizar, crear… De hecho la palabra bondad por mucho tiempo no fue considerada un término científico, pero ahora sí. ¿Por qué?

Porque es posible contar los actos de bondad realizados cada día, y cuando hay «conteo», hay ciencia. Pero para que esto suceda, debemos comenzar internamente, por eso te vamos a contar una historia linda y real que nos abre los ojos a disfrutar con nosotros y otros.

Fotografía: Noticias Mi Ciudad
Fotografía: Noticias Mi Ciudad

Conocimos a un joven de 16 años, Niki Koptzev, originario de Haifa, Israel, judío ruso y estudiante de física y el idioma árabe. Cuando dicen «idioma árabe» muchos saben a qué se refiere… pero con ¿física? ¿Qué es exactamente? Muy sencillo, es un área de experimentación que involucra la energía, la materia, el tiempo y el espacio. Ella trata de explicarnos lo que el Universo hace en nuestras vidas. Algunos creen que es el conocimiento más puro, incluso la propia medicina del Universo.

A Niki le habían hablado de un lugar de entrenamiento llamado Moona, con posibilidades para probar tecnologías de innovación. No sabía qué esperar, pero cuando decidió emprender su viaje, inmediatamente quedó sorprendido ante la variedad de oportunidades relacionadas a su área de interés.

Se dio cuenta que Moona era un excelente espacio para comenzar a expresar su amor a la física… esa misma física en movimiento. El único requisito era tener una mente abierta, disfrutar y borrar los límites. Así lo recalcó con brillo en sus ojos: «yo amo la física, la amo verdaderamente porque me permite comprender el funcionamiento del mundo, cómo se mueven las cosas y así adquirir los conocimientos para aplicarlos».

¿Alguien escuchó la palabra amor? ¿Cómo es eso? Esto muchas veces parece no ser posible para un adolescente. Es todo un reto. Hay expectativas. Los adultos dicen cosas que te hacen tirar la toalla. No sabes cómo agradarles, cómo ser tú mismo. Ellos quieren reflejarse en ti, por ejemplo con sus propios sueños, cuando tal vez no es lo que deseas verdaderamente.

El mundo de los adultos muchas veces se opaca por circunstancias que no están en control y con ellas se van los sueños, las posibilidades… Los años pasan y todo eso queda olvidado… Pero la pasión no es algo para encerrar, es un estado que nos permite compartir con otros. Para Niki, Moona es ese espacio, donde conoces a otros seres igual que tú, llenos de vida, con ganas de soñar y crear.

De hecho muchos temen aventurarse en la ciencia o tecnología. Piensan no poseer las herramientas o habilidades… pero en Moona es distinto. Los que llegan no solo se quedan, sino llegan a disfrutar, a intentar, explorar y experimentar. En realidad cualquier cosa es tecnología, el lenguaje por ejemplo.

La ciencia y la tecnología nos permite cambiar el mundo usando herramientas creativas. Son contribuciones que hacen accesible el conocimiento. Es activar la mente para entender lo que antes no se comprendía. Es hacer una mejor vida y cambiar todo para bien.

Al final en eso consiste la verdadera ciencia… saber que en medio de errores, de lluvia de ideas, de conversaciones, de risas, de horas invertidas, algo novedoso y útil está por asomarse. Allí te das cuenta que el proceso vale la pena, porque donde existe infinidad de caminos, también existe la salida que lleva a la ruta del placer. Es el verdadero deleite de ver tus obras artísticas en movimiento.

En este espacio para el cambio Niki descubrió gente como él: distinta, igual, llena, soñadora, juguetona, curiosa. Eso es vida, saber que puedes ser quien eres. Sin máscaras, miedos o inseguridades. Es amarte a ti y amar a los otros. ¡Qué lindos momentos! Conocer seres que te hacen abrir los ojos para percibir una luz natural.

¡Sí! Así fue nuestro encuentro, todo un deleite… pero antes de finalizarlo, nos atrevimos a lanzar unas últimas palabras… «Nosotros somos de Costa Rica y somos storytellers. Si el lenguaje, la fantasía y el arte son también ciencia, ¿qué historia desearías que contemos a todo el mundo?»

Allí entre el sol y las montañas, rodeados de gente hermosa, llena de esperanza y radiantes de sustancias reales, Niki expresó: «puedes llamar a Moona un jardín. Aquí puedes plantar un árbol. Éste solo va a crecer, crecer y crecer. Y lo vas a cuidar con agua para que sea más hermoso y fuerte. Así funciona también el conocimiento y funcionamos nosotros. Quiero que cuentes la historia sobre alguien que tiene la habilidad de hacer sus sueños realidad. De cambiar las vidas».

Ya ven, nosotros también somos árboles, y solo con un buen cuidado, creceremos fuertes y lindos. Así podremos traer la chispa de vitalidad. Despertar y salir a un mundo nuevo. Cuidando nuestro árbol, encontraremos la felicidad, y unida a ella, la pasión que está en nuestro corazón. Eso es vivir y ser. Es bondad humana para nosotros y los demás. Eso es física y ciencia. Es cuidar el mundo, el jardín al que todos pertenecemos.

Fotografía: Noticias Mi Ciudad
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