Nos asomamos por la ventana y allí estaba con sus patitas pegadas… Era Pepe Grillo.
Según él, estaba tomando un poco de sol para activarse, pero en realidad nos buscaba para hablar. ¡Ay Pepe!
Se nos quedaba mirando, como lanzando “un discurso” por sus antenas… pero entre más acercábamos nuestros ojos… más se escondía… ¡Ay Pepe!
Tal vez esperaba una charla de nuestra parte, y “ese discurso”, tan solo era una suposición. ¡Ay Pepe!
Viaje del alma. Un viaje espiritual. Una conversación con la consciencia. Un encuentro con nosotros mismos. La voz que nos alienta, nos instruye, nos pregunta, nos confronta, nos cambia.
Si quieres recibir nuestros escritos y llenarte de luz, puedes suscribirte aquí.
Este año he estado tan estresada y ocupada en tantas tareas de mis estudios, que me olvidé de tomar tiempo para las cosas más valiosas de la vida como hablar o escuchar a los Pepes que me rodean. La otra semana termino clases y espero recuperar el control de mi vida. Yo prefiero la vida tranquila, sin las exigencias y el corre corre que nos imponen otras personas. Les deseo que sus días estén llenos de felicidad.
Hola Gracia. Muchísimas gracias por tu mensaje. Exacto, hay tantas distracciones que debemos hacer una pausa para pensar en todo aquello que verdaderamente llena nuestra alma. ¡Qué lindo saber de ti! Saludos llenos de abrazos.