Retsé

Retsé

Historia XI. Revelación de secretos


0 comentarios

No es algo que planeas o alguien planea por tí. Siempre he pensado que la espontaneidad es “la maestra” por excelencia. Cuando te das cuenta, estás de un pronto a otro sumergido en vivencias u ocurrencias con misteriosos secretos.

Desafortunadamente te encuentras con muchas personas, envueltas en cadenas o fiestas. Los riesgos siempre llegan, no necesariamente de manera negativa, pero en Putre todo parecía un poco gris. Lo malo es no saber qué hacer, peor cuando sientes que la enfermedad se aproxima a ti.

Allí en Chile no fue nada fácil, aunque si hubo una agradable experiencia con Einstein, alguien de admirar. Una vez más, debía ser consciente de que era imaginación. No estaba. Ya se había ido hace mucho tiempo. Para mí era muy verídico. Al menos “en mi sueño” pude trabajar con él y lo mejor de todo: ÉL SÍ ME ENTENDIÓ.

— ¡Shalom javerim! (hola amigos). ¡Boker tov! (buenos días), respondí con sonrisa.

— ¡¡¡Boker tov!!!!, gritó un grupo de hombres en el mercado ubicado en Agrippa Street (Calle Agrippa).

Me encontraba de paseo en Israel. Andaba de visita y en algunos cuantos proyectos. En ese momento compraba alimento en el Mercado Mahane Yehuda conocido como “El Shuk”, ubicado en Jerusalén. Es un espacio al aire libre, con algunas partes parcialmente cubiertas y con más de 300 vendedores.

Allí se pueden comprar verduras, frutas, pescados, quesos, etc. Integra lo moderno y viejo, con restaurantes, tiendas, aromas, sabores. Se ha ganado el corazón de extranjeros y residentes, convirtiéndose en uno de los lugares más famosos del país. Es un espacio que nos provee de identidad, simboliza lo que somos y nos atrae con pasión.

Revelación de secretos, Retsé, Parte I

Sé que para muchos es complejo hablar de este país. Diariamente se produce información y noticias con imparcialidad y subjetividad atribuyendo toda la culpa a él. Yo tampoco me atrevería a lanzar un juicio, primero porque no soy experta en el tema y segundo, porque las palabras pueden rebotar. Lo cierto es que refugia magia, misterio, aventura.

Israel es un país de Medio Oriente, habitado por miles de personas, incluyendo turistas. Es el lugar de cristianos, musulmanes, judíos, armenios, etc., y un lugar con más de 3000 años de historia. Han vivido muchas guerras y tiempos de violencia. Imperios, naciones, civilizaciones han tratado de destruirlos y ¿saben qué ha pasado?

Egipto Antiguo: cayó
Filisteos: cayeron
Imperio Asirio: cayó
Imperio Babilónico: cayó
Imperio Persa: cayó
Imperio Griego: cayó
Imperio Romano: cayó
Imperio Bizantino: cayó
Cruzadas: cayeron
Imperio Español: cayó
Alemania Nazi: cayó
Unión Soviética: cayó

Desde su fundación como Estado (aunque mucho antes) ha representado controversias, todos en busca de una posesión: la Tierra Prometida o Tierra Santa como se conoce, pero también por otros factores. El pueblo judío representa una de las naciones más pequeñas, pero con grande valentía por dentro.

Volviendo al misterio que encierra, todos los días puede suceder algo, a nivel individual o colectivo. Creo que es el lugar perfecto para la fantasía, y como algunos piensan que me suceden cosas irreales, seguiré contando “los sueños”, si así desean apedillarlo.

Revelación de secretos, Retsé, Parte II

Después de haber visitado el Shuk, caminé de vuelta a casa. Estaba ida en mis pensamientos como de costumbre; y concentrada en los colores y la arquitectura. Amo eso, efectuar una apreciación artística una y muchas veces.

No tengo recuerdo de haber visto algo más allá de edificios, cuando de repente di un paso y de manera “sobrenatural” se me apareció un joven judío. No era ultraortodoxo (los que usan trajes negros), era judío ortodoxo y andaba su kippá (es una gorra pequeña utilizada por los hombres y simboliza la conciencia de que D-s está por encima de cualquier ser viviente).

— Hola, ¿puedes indicarme dónde queda el Kotel (muro de los lamentos)?

— Bueno, puedes irte por acá, señalé con un mapa de la ciudad. Estaba un poco confundida porque si era judío y además cargaba sus libros de estudio, ¿por qué preguntaba algo que debía saber?

— ¿Cómo te llamas?

— Retsé.

— ¿Eres de ellos?

— ¿Cómo? ¿Por qué? ¿De quiénes?

— Pregunto por tu collar de olivos.

— Mmmm, buenoo, ehhh. ¿Quiénes o qué son ellos?

— ¿Cómo? ¡Ellos!, todo mundo lo sabe.

— Es realmente complejo. No voy a responder. 

Revelación de secretos, Retsé, Parte III

El joven no quitaba su mirada del collar de olivos. Me sentí intimidada, no amenazada. Fue extraño todo lo que preguntaba, de la nada y sin conocerme. Solo sé que debía cuidarlo, según las órdenes de Divad.

— Debo confesarte algo, dijo el joven.

— ¿Sí? Dime entonces.

— Yo sí sé donde queda el Kotel.

— Claro, sabía que sabías. Vi tu kippá, tus cuadernos y libros de estudio.

— Pregunté solo porque observé que eras muy agradable. Te vi y me acerqué.

— ¡Oh! Bueno. Gracias. Debo irme.

Cuando dije adiós, él también lo hizo. Subí una cuesta y cuando volteé mi mirada para ver si seguía allí, ya no estaba. Fue algo un poco escalofriante, si era real ¿por qué en cuestión de segundos ya no estaba? ¿Dónde se habría metido? Eso me parecía un poco aterrador.

No sé que estaba pasando pero todo el mundo en la calle comenzó a ver mi collar de olivos. No sabía nada y ya me estaba preocupando. Solo sentí un fuerte impulso por correr. Alguna advertencia me llamaba.

Revelación de secretos, Retsé, Parte IVNoticias Mi Ciudad

Leer Más

Retsé

Historia X. La creación de un nuevo antídoto


0 comentarios

Sin perder tiempo, iniciamos un análisis estructural y de sistemas… En el primero, utilizamos ecuaciones para hallar esfuerzos internos o tensiones que estaban actuando sobre esas estructuras tan resistentes y modificando dinámicas humanas. En el segundo, intentamos comprender la interacción de pequeños sistemas y su operacionalización.

Estábamos en una lucha de planificación e intelecto. No habían indicios de alguna bacteria ya antes descubierta. De hecho, parecía ser una especie de germen invisible, tal vez creado por las mismas personas. Pensamos que estos ciudadanos habían procreado una conexión entre ellos. Primero a nivel individual, luego en unidad, hasta que explotó una epidemia.

Einstein estaba perplejo, sentía una inquietud en la boca del estómago y no pudo descansar hasta encontrar el remedio. Caminaba, se sentaba, brincaba, pataleaba, respiraba y hacía todo tipo de intentos. Yo le seguía con el mismo susto y alteración.

La creación de un nuevo antídoto. Retsé. Parte I

Me salí a respirar aire y decodificar los símbolos vs. tácticas de guerra. De esto debía salir alguna idea. Entré nuevamente al laboratorio con todos esos recuerdos y procedí con una explicación:

— Creo que hacen falta los algoritmos. Cuando estuve en Malinalco, Divad (después te cuento quién es), me llevó al “Templo de los Guerreros Águila y Jaguar”. Allí me mostró un sin fin de dibujos y luego me entregó 7 tácticas de guerra básicas. No me dijo más, pero sospecho que en todo eso hay mucho de lo que requerimos. Creo que debemos realizar un “análisis de algoritmos”, es el más importante de la Teoría de la Complejidad. Éste provee algunas estimaciones y resuelve problemas matemáticos. Resulta que las estimaciones serán esenciales para encontrar cuáles son los algoritmos ocultos, exactos y eficientes.

— Excelente. Me suena muy sabio y obvio. Luego podríamos complementarlo con el meta-análisis, nos provee de herramientas estadísticas. Sintetizaríamos los datos, efectuaríamos estimaciones de efectos y los traeríamos al contexto para medir el tamaño de ese efecto, pero para esto requerimos de un dispositivo que genere no solo suficiente memoria ante infinitos algoritmos, sino también que pueda almacenar todo ese descubrimiento con un modelo de ordenador abstracto. Ya en medicina se ha utilizado este análisis y no estaría en contradicción con lo que planteé al inicio porque éste se basa en la integración estructurada y sistemática. ¡Ahora sí Retsé! Lo tenemos.

La creación de un nuevo antídoto. Retsé. Parte II

Iniciamos. Clasificamos información, sumamos algunos números y estudiamos letras. Todo lo pusimos en la mesa como un rompecabezas. Era en definitiva un juego.

La decodificación final fue gracias a un “enlace” que ideamos entre nuestros cerebros, el de Einstein y el mío. Allí estaba ese ordenador abstracto, como lo dijo el genio. 

Por supuesto que era la clave para encontrar el antídoto porque así como una orquesta tiene un director, nuestro cuerpo también. El cerebro es el líder, coordina todo el organismo y posee muchas incógnitas.

Parecía realmente una computadora. Corrían letras, números, símbolos. Este enlace permitió conocer cómo nuestro órgano iba a decodificar los algoritmos. El sistema todo lo estructuró y descifró.

La creación de un nuevo antídoto. Retsé. Parte III— ¿Sabes amiga?, nuestros cerebros son de las estructuras más complejas que existen en el universo. Aproximadamente contiene 100.000 millones de neuronas, algo así como estrellas en la Vía Láctea. Por eso, este exitoso descubrimiento del remedio seguirá dando honor al cerebro y lo apellidaremos con un nombre complejo: SERTSEITNA.

— Eso suena un poco como RETSÉ. La primera parte. ¿Sabes que significa?

— Cierto, suena parecido. No. No lo sé, pero divertido que se pueda parecer a tu nombre porque tu me ayudaste a crear todo esto para ellos. ¡Ahora vamos! que nos espera aún trabajo.

Corrimos con el antídoto e hicimos esa misma conexión con la gente. Me refiero a sus cerebros. Ya estaban muy débiles pero llegamos a tiempo.

El algoritmo decodificado intervino en las estructuras arcaicas de los ciudadanos y poco a poco se fueron quemando para adoptar un nuevo modelo llamado desde ese mismo día: SERTSEITNA.

La gente recobró su aliento, y al tener conciencia del entorno, se alegraron de ver a Einstein. Lo felicitaron alzándolo con entusiasmo. Con porras y canciones celebraron la vida. Yo estaba igualmente feliz y agradecida. Desde abajo le dije adiós y decidí viajar nuevamente por el laboratorio de Einstein, pero a lo externo, es decir, a través de su árbol.

La creación de un nuevo antídoto. Retsé. Parte IVNoticias Mi Ciudad

Leer Más

Retsé

Historia IX. Creando magia


0 comentarios

Música llenó el vacío que estaba sintiendo, precisamente por la perturbación de tan grande incidente con mi sangre. Había una especie de show deslumbrante. La voz del genio se expandía por todo el terreno. Era algo muy eufórico, como adrenalina patinando con poderes. Me sentía enamorada, en realidad, impactada. Era un concierto solo para mí. Escuché la voz del genio cantando “Silent Lucidity” de Queensryche:

“Silencio ahora, no llores…
Aquí está, otra oportunidad
Bien despierta te enfrentas al día
¿Tu sueño ha terminado o solo ha iniciado?

Hay un lugar donde me gusta esconderme
Una puerta que corro en la noche
Relájate niña, tú estabas allí…
Es un lugar donde aprenderás
Esta nueva dimensión mágica…

Voy a vigilarte
Voy a ayudarte a ver a través de…
Te protegeré en la noche
Estoy sonriendo junto a ti, en la lucidez silenciosa

Visualiza tu sueño
Anótalo en el tiempo presente
Pónlo en una forma permanente
Si persistes en tus esfuerzos
Puedes controlar el sueño
Sueño de control
Abrázame”.

Creando magia. Retsé. Parte I

 

— !Albeeeertt Eeeeinsstteeein!, comencé a tartamudear.

Estaba en una de las situaciones más impresionantes de mi vida. Me encontraba frente a Albert Einstein. Su voz, su cabello, su mirada. Era él. Mi loco, científico y genio. En sus inicios fue un completo desconocido, pero después, no ha dejado de brillar y palpitar en el corazón de muchos. Como el mío.

— Ok Retzer.

— ¡No! Es Retsé. Y con “s”.

— Perdón, tu me entiendes.

— ¿Qué vamos a hacer? ¿Qué te trae por estos rumbos?

— Mucho. Algo o alguien me llamó. Yo vengo a colaborar. Sé que soy físico, pero esta vez haremos locuras con la química. Estamos en un pueblo llamado Putre, ubicado en Chile.

— Qué bueno que lo sabes porque yo desperté en un cuarto sin tener noción de espacio.

— Sí, mira. Putre es uno de los pocos lugares en altura. Si mi cerebro no falla…

Era tan cómico, hacía una expresión inusual y gestos como contando. Seguro le estaba sacando hasta la raíz cuadrada y jugando con la gravedad.

— Está ubicado a 3550 metros. Es un lugar muy bello. Solo tiene como 1500 habitantes, prosiguió con elocuente aspecto.

— Cuando caminé por ahí y vi alrededor, parecía como otro país. Me refiero, algo distinto. No convencional.

— Sí. Totalmente de acuerdo. De hecho, muchos lo confunden con Bolivia, ya has visto a algunos con trajes bolivianos. Perfectamente podríamos pensar que nos encontramos en Bolivia o Perú.

— Cierto. Pensé en Bolivia.

— Vamos a ir a mi cuarto secreto. Una puertita en el tronco de este arbolito. Allí está mi laboratorio.

Creando magia. Retsé. Parte II

Entramos. Allí relucía explícitamente el arte. Su arte. 

— Como te contaba… Putre posee riquezas. Una de las antigüedades más reconocidas es su iglesia, construida en 1670, pero destruida por un terremoto. Cuentan que estaba cubierta de oro y plata. Y yo tengo su oro.

— ¿Ah sí? Quiero verlo.

— Pronto, lo usaremos. También te necesito. Más específico, necesito tu sangre.

— ¿Ah?¿Por qué? De hecho quiero saber qué está pasando allí afuera. La gente está muy extraña y yo también me siento perturbada, como si mi sangre se quisiere salir. Ya paró un poco, pero ando preocupada.

— Por eso estoy acá. Sé que te está pasando algo. Tu sangre está muy coagulada y al mismo tiempo parece una serpiente, caminando con movimientos ondulados por tu cuerpo. Tenemos un láser externo, genera calor en las nanopartículas de oro. De hecho es un descubrimiento un poco contemporáneo. Lo estuve estudiando. Aún no se aplica mucho. Estas nanopartículas de oro se funden, liberan una energía y se componen de moléculas de ADN. Cuando se une a la trombina (enzima glucoproteínica), quita la coagulación. Con esto lograríamos una sangre fluida. Esto nunca ha sucedido con oro y sangre, mucho menos liberando dosis tan altas de ADN.

— Entiendo el procedimiento pero ¿es malo o no? ¿Con qué contribuiría esto?

— Tu sabes que puedes descomponerte en partículas. Necesitamos desintegrarte completamente logrando una sangre mucho más fluida. Pensándolo bien, te haremos mejor como vapor. Allí afuera la gente se está muriendo por una bacteria extraña que anda flotando y nadie ha podido actuar. No saben cómo. Tu desintegración entraría en combate con esas bacterias que no son visibles.

— ¿Entonces yo sí podría verlas? Sería como si mi vapor luchara contra éstas para salvar al pueblo. El secreto sería mezclar las nanopartículas de oro con esas proteínas, bueno, enzimas glucoproteínicas, para que absorban más ADN.

— Exacto. Vamos a iniciar.

Einstein inició su trabajo. Usó oro, pero inevitablemente se combinó con el mío, del collar de olivos. Yo hice mi parte. Tomé agua, toqué mi collar y comencé a desintegrarme. Allí Einstein me tomó “en partículas” y comenzó a hacer la mezcla, nuevamente cantando “Silent Lucidity” de Queensryche.

Creando magia. Retsé. Parte III

La mezcla ya estaba lista. El genio salió de su laboratorio, se subió en el techo de un edificio y me lanzó. Allí iba yo, como vapor rojo, tal como lo había explicado Einstein. Podía ver esas bacterias. Hasta me escalofrié (obvio que al sentido de vapor). Yo misma sonreía de solo imaginar el «escalofrío». Era algo espantoso. Esas bacterias eran horribles, horribles. Me tocaba pelear contra ellas y llevarme una para estudiarla.

No sabía que debía hacer, lo bueno es que me desintegré con tanto ADN, agua y ORO que eso parecía expresar su máxima fortaleza ante estos maleantes invisibles. Obvio que no podía hablar con ellas, pero sí correr detrás. Eso hice, acabar con las partículas externas en el ambiente. No podía penetrarme en la gente, pero ya verán lo que haríamos.

Al terminar la tarea, me fui rápidamente antes de que se me escapara la última bacteria en el aire. Einstein me tomó nuevamente y retorné a mi estado natural por medio del árbol, como sucedió por primera vez en Uruguay.

— Acá está. No sé qué es, pero tendremos la facilidad de estudiar la bacteria y acabarla, dijo Retsé.

— Sí, exacto. Vamos a estudiarlo y buscar el antídoto para devolverle salud a este pueblo.

— De acuerdo Einstein. ¡Ahora sí! Como lo dijiste a tu llegada: INICIEMOS… Bueno CONTINUEMOS.

Creando magia. Retsé. Parte IVNoticias Mi Ciudad

Leer Más

Retsé

Historia VIII. ¿Para qué existo?


0 comentarios

Desperté. Como siempre en el mundo real. Aunque debo confesar (y ustedes mismos lo saben) que es un concepto bastante abstracto.»Esto es real. Eso no lo es. Es concreto. Es un todo. No es nada. Estudie más. ¡Que ignorancia! Es así y punto». 

Les presento el gran debate que se escucha una y otra vez. ¿Realmente existimos? ¿Cuál es nuestra esencia? ¿Qué somos y para qué? Cada uno posee una única interpretación y percepción, aunque otros también podrán acordar con nuestro mundo. O no.

Todo eso de Malinalco, Divad, los animales/hombres etc, ¿estaban acaso en mis sueños de nuevo? ¿Qué tan cierto era?, sobre todo porque el lugar donde aterricé esta vez, parecía más Tierra que mundo irreal, pero esos tantos encuentros en mundos irreales, también parecían Tierra. Siempre será complejo.

Historia VIII Retsé Para qué existo

Me alisté y salí pronto de esa habitación. Bajé las gradas corriendo, tenía curiosidad de saber dónde estaba. 

Cuando vi el sol me encendí de emoción; y pude notar distintos rostros. Había mucha gente en la calle.

Caminaba y caminaba, parecía una calle sin fin. Seguro estaba tan cansada que no me acordaba de mi ruta de viaje.

Medio concentrada, experimenté algo muy feo. La muchedumbre estaba gritando, llorando, angustiada. ¿Furiosa o no? Ni idea. Algo había allí, sin duda. ¿Me acercaba?

Historia VIII Retsé Para que existo Parte II

No sé por qué me enviaron ahí o por qué caminé hacia esa dirección.

Creo que el sueño no estaba del todo irreal. Sentía como si mi sangre quisiera salir del cuerpo. Empecé a marearme y ver un montón de símbolos (los que estaban en ese mural de Malinalco). ¡¡¡Nooo!!! ¿Qué estaba pasando?

— Respira, respira, respira. Era su voz. Siempre a tiempo. Divad todo lo sabe.

Sentía que me ahogaba. La sangre no detenía sus movimientos, lo hacía con mayor intensidad. No sabía si llorar o no. Me estaba quemando en calor, algo así.

Historia VIII Retsé Para que existo Parte III

No podía creer lo que estaba observando dentro de mi sayo. Eran las profundidades de mi puro interior, pero me sentía perturbada. 

Mis ojos se comenzaron a cerrar. Algo me empujó detrás de un árbol y el proceso de planificación comenzó.

— ¿Qué podemos hacer?, escuché la voz de un hombre con aspecto de genio.

— Disculpe, ¿a quién involucra el “podemos hacer”?

— No preguntes tanto. No mates la creatividad. Iniciemos.

Historia VIII Retsé Para que existo Parte IV

Noticias Mi Ciudad

Leer Más

Retsé

Historia VII. Tácticas de guerra


0 comentarios

Allí en Malinalco la fiesta continuaba. Mi transformación en águila fue algo de segundos, pero seguía sintiendo su fuerza en mí. Ya saben que todos estos seres humanos y animales a la vez eran el mismo Divad. Ya él lo había explicado.

Prepararon una celebración en la noche. Todo era mágico. Se podían apreciar fuegos artificiales, coloridas expresiones por el aire y mucha gente invitada.Todos estábamos bailando con una música bastante alegre.

Mi pareja era el cordero… y bueno… como dicen: estar juntos alegra la vida. En esas nos encontrábamos, amando a la gente, disfrutando y consintiendo.

Tácticas de guerra. Retsé. Parte I

De repente, Divad con mucha energía me jaló “disimuladamente”, llevándome al «Templo de los Guerreros Águila y Jaguar».

Es curioso cuando podemos interpretar lo que sucede en nuestros días, pero más curioso cuando alguien aprende a dominar la tabla de ajedrez.

Divad me llevaba como espectadora, como aprendiz, pero pronto… muy pronto, todo eso serviría de algo. Lo principal era el compromiso.

Ustedes saben que la guerra no la provocamos nosotros, pero por la insistencia de otros, llegamos a ella. Lo único que queda es encaminarnos con alegría y valentía. Todo por sobrevivir ante espeluznantes espíritus, si así podemos llamarlos.

Tácticas de guerra.Retsé.Parte II

— Bueno, como te dije más temprano, quisimos traerte para explicarte algunas tácticas de guerra. En esta pared, verás todas las tácticas mediante un sistema de codificación/decodificación que puedes descubrir y consultar. Solo a través de tu ADN.

— De acuerdo, pero ¿cómo debo proceder exactamente?

— Mira, el tiempo va tan rápido que ya no hay tiempo. Te mostraré rápidamente lo que puedes encontrar, pero no te estoy ignorando. Nos sentaremos Retsé, nos sentaremos para analizar todas esas inquietudes. Una por una.

— Bueno, sigo confiando y esperando en ti.

— De momento memoriza. No solo en tu cerebro. Házlo en tu sangre, permanecerá mejor diluida:

1. Domínalos con estilo: directo, descubre la dirección de ataque y domina.

2. Cruza camuflándote con tus partículas: no llames la atención. Guarda tus secretos.

3. Rodea nuestro reino para salvarlo: usa tu elocuencia. Respáldate en mis palabras. Confronta con indirecta, apuntando a la debilidad.

4. Relájate mientras otros se agotan: serena, blanda y flexible. A veces esto es fuerte y firme. Ten siempre agua contigo, se adapta a cualquier espacio.

5. Cambia de terreno: ve al Este, luego al Oeste…y así por todo el mundo. Sabrás como actuar ante nuevas impresiones. Puedes consultar con tu “yo águila”.

6. Usa la imaginación y creatividad: crea cosas de la nada. Tu collar de olivos tiene mucha sabiduría y poder. Usa la química siempre. Da buenos resultados.

7. Observa desde montañas: tendrás un panorama para ver y proceder. La sangre será tu aliada, incluso para ayudar a otros. Sonríe y siempre busca teletransportarte.

— ¿ Son acaso leyes?, pregunté con curiosidad.

— Si quieres verlo así, está bien. Ahorita te doy 7, no hay tiempo. Hay más. Después te las muestro. Debes saber cómo usarlas, no vaya a ser que te afecten.

— No soy muy buena con eso. Mi memoria tampoco es buena, pero voy a prepararme.

Tácticas de guerra. Retsé. Parte III
Cuando Divad hablaba de la disminución del tiempo, era en serio. Todo me lo explicó muy rápido y agitado.

Me jaló nuevamente y nos incorporamos a la cena. Era el cierre de tan espectacular gala.

Todos ellos me parecían los mejores seres. Como si fueran mi familia. Y en realidad lo eran, pero sentía que los conocía mucho antes de mi nacimiento. Estaba sin duda enamorada.

Tácticas de guerra.Retsé.Parte IVNoticias Mi Ciudad

Leer Más

Retsé

Historia VI. Los guerreros del pasado


0 comentarios

A veces necesitamos sumergirnos en un tiempo de descanso y reflexión… pero esto sucede cuando llega la paz… y aún no habían señales…

En un pueblo mágico de México: Malinalco, el tiempo iba despacio y en silencio. Ya verán por qué. La historia de este lugar es muy antigua. Todo inició en épocas prehispánicas con influencia de muchas culturas.

Historia VI Retsé. Los guerreros del pasado

Llegué allí físicamente… y mucho tiempo atrás. Creo que Divad lo tenía planeado después de una extraña odisea en Uruguay… y con esos policías.

Sé que pasaron muchas cosas extrañas en el interrogatorio. De eso quiero hablar con él. Después.  

Por el momento, estaba en el Cerro de los Ídolos, donde acudían los famosos caballeros águila para convertirse en guerreros.  Ahora me tocaba a mí. Por alguna razón en el “Templo de los Guerreros Águila y Jaguar”.

Historia VI. Retsé. Los guerreros del pasado. Parte II

— Seguramente es solo una visita turística. No tienen que preocuparse por mí, les explicaba un poco confundida y sin dominio de la situación.  

— No te preocupes. Vienes a aprender algunas técnicas con nosotros. Te presento a nuestro ejército. Son tus guardianes de vida, habló uno con aspecto de búho.  

De hecho se podían ver muchos humanos con su instinto animal y habilidades. Eran miles de ellos, pero de cerca se veían algunos.  

— ¿Es acaso una fiesta de disfraces?, pregunté con descaro.

 — No Retsé. Soy yo. El mismo Divad. Mi poder de transformación es así. Hoy soy búho, una representación sabia. Mañana podré ser cordero o nuevamente león… Todos ellos son “YO” y yo soy todos “ELLOS”.

Historia VI. Retsé. Los guerreros del pasado. Parte III

Todo esto era un poco loco… Bueno, mucho para no mentir. Después de esa presentación me equiparon con todo lo necesario para ser uno de ellos.

No exactamente, me refiero tan solo al momento. No entendía muy bien, pero no importa.

Me vi como una mujer vestida en plumas, en coraje, en lejanía, en vitalidad. Me vi en águila. La fiesta había iniciado. Ahora sí íbamos a charlar.

Historia VI. Retsé. Los guerreros del pasado. Parte IV

Noticias Mi Ciudad

Leer Más

Retsé

Historia V. Descubriendo pistas


0 comentarios

Todo el tiempo estuvo allí, pero esta vez pude olerlo, verlo y hablar cara a cara. Algo renació en mí. Nuevamente Divad.

— Es muy fácil Retsé. Solo usa la química para descubrir la salida.

— ¡Sí!, pero me miran e intimidan. Además no es tan fácil como dices. ¿De qué hablas exactamente?

— Deja que pregunten y luego pide un vaso con agua.

Descubriendo pistas. Retsé

Así lo hice, cuando su ingenio fue acercándose a esa habitación. Allí todo dio vueltas, alterando los sentidos. El calor (no sé de dónde) comenzó a trabajar.

 — ¿Ya? ¿Lista para hablar?, preguntó uno de los oficiales.

 — ¿Qué tal un vaso con agua para iniciar? ¿Qué tal un poco de paciencia? ¡¡¡Ahh!!!, y si tienen una tajada de pastel, mmmm, se los agradecería, supliqué con un poco de humor.

Descubriendo pistas. Retsé. Parte II

Después de unos segundos llegó mi vaso. No trajeron el pastel, pero sí cumplieron mi petición: dejarme a solas.

Divad ya se había ido, pero su presencia funcionaba en mi cerebro.  Ahora sí. Bebí el agua, sin dejar una gota.

Inmediatamente inició el recorrido por mi sangre. No se confundan. A simple vista mi sangre puede parecer homogénea, pero en realidad está compuesta por líquido y células flotando allí. Aún así necesita su complemento: agua.

Descubriendo pistas. Retsé. Parte III

Esa unidad hizo un efecto “enigmático”. Pensé que iba a descomponerme. Toqué mi corazón, latía fuerte. Un solo roce de mi mano con el collar de olivos, provocó que mi cuerpo se deshiciera en partículas, hasta teletransportarme por los árboles que estaban cerca de la ventana.

— ¿Qué es esto?, pregunté asustada.

— Retsé (susurró Divad). Poco a poco. Cuida tu elocuencia. Tu collar también… Después te explico con detalle.

— Aquí voy. Amanezco y opaco toda distracción, manipulación o juego. Los daños los provocan ellos, solamente por la inocencia. La maldad despierta y trata de envolver hasta lo imposible. Entramos en razón y listo. Todo es CO2 en resistencia con el H2O. Ahora me voy un poco lejos. Después les cuento donde llego.

Descubriendo pistas. Retsé. Parte IV

Noticias Mi Ciudad

Leer Más

Retsé

Historia IV. ¿Quién iba a esperarlo?


0 comentarios

— Después de la independencia demolieron las fortificaciones de la ciudad colonial.  

Escuchaba como voces, susurros de ancestros contando el pasado.  Tuve que fotografiar los edificios que sonreían en las plazas.  El susurro continuó:

 — Se construyó una plaza para unir la Ciudad Nueva con la Ciudad Vieja. Así nació la Plaza Independencia en Montevideo, Uruguay. En el siglo XIX, como una ciudad abierta. Es un tipo de plaza laudatoria y con pintas de clasicismo francés.

Retsé en Uruguay

— Disculpe señorita, tiene que acompañarnos.

— Momento, ¿qué está pasando? Me parece que están confundidos.

 — No señorita. Nos acaban de informar sobre un daño grave y el reporte cumple con sus características físicas.

Así no más me tomaron por sorpresa. No me dejaron ni terminar de fotografiar. Me llevaron como “presa” por nada. Ni siquiera sabía qué estaba sucediendo.

Retsé. Uruguay II

Transcurridas las dos horas, llego a una especie de cuarto ajeno. Solo. Con miradas encima y tensos movimientos de ojos uruguayos.

— No soy dueña del tiempo ni espacio. Perdón, pero ¿qué desean de mí? Soy una turista sin planes ni misterios. Bueno, tan solo un poco de misiones y acontecimientos.

— ¿Qué acontecimientos? ¿Cuál es su propósito? ¿Dónde lo tiene escondido? ¿Qué la trae por estos rumbos? Muéstrenos su identificación. Hable ya.

— ¡Ahhh! ¿Acaso soy criminal? Soy como ustedes de carne y hueso. Soy mujer. Mi nombre es Retsé. Estudio el cerebro y el cuerpo humano, una especie de medicina actualizada. ¿Es suficiente? Estoy de vacaciones como muchos allí fuera. No soy quien quiera que andan buscando. Sin sospechas.

Retsé Uruguay III

— ¡No!, no nos satisface. Seguiremos preguntando hasta escucharlo de sus labios. Vamos a traer el reporte.  

Me dejaron sola por un momento. Qué episodios, sin sentido. Ni siquiera en las aduanas me había sucedido antes.

¿Y ahora qué? Encerrada y angustiada, un poco discriminada y ante miles de cuestionamientos como si no fuera nada, o mejor dicho, como si fuera de otro mundo.

Retsé Uruguay IV

Noticias Mi Ciudad

Leer Más

Retsé

Historia III. Vagando por ahí


0 comentarios

Moví los ojos, buscando y tratando de ubicarme. Estaba totalmente desconcertada. Un poco agitada. Con escarcha en mi rostro. ¿Acaso habrá sido un sueño? o ¿Divad SÍ existía? Lo sentía cerca, pero era imposible verlo.

Llegué a otro lugar. Estaba en alguna avenida en Buenos Aires. Tuve que acercarme a una señora, explicarle lo real de mi historia y enfatizar sobre la magia que sí pasó.

Andaba de visita. Hablamos y sonreímos. Ella me vistió y luego me fui a caminar. Sola. Creo yo. Como lo dije en algún momento: para desestresarme.

Caminé entre la muchedumbre… con dolor en mi estómago. Algo de gastritis, creo. Señal de comer.

Seguramente creen que todo ha sido irreal, pero sí ha sucedido. Algunas cosas con mis pensamientos (lo cual no es mentira).

Es una especie de encuentro y lucha en el mismo interior. Algo muy humano. Así somos: con necesidades, deseos y sucesos.

Me senté en un café. Los amaba, ¿sabían? No estaba triste, pero si con dudas. Es normal. Nos pasa a todos.

¿Les cuento la verdad? Yo andaba sola vagando por el mundo. Con una misión… Ya saben, una persona como yo solo puede imaginar, crear y vivir. He ahí la explicación del monte, de Divad, del Valle de las Leñas. De mis aventuras.

Perdón que les cuente esto, pero soy yo. Necesitan conocerme y aún más, acompañarme en todo este gran misterio. Veremos qué pasa.

¡Ah! Les cuento que en realidad paseaba por Argentina. Tenía dinero conmigo. Compré la ropa a la señora. Esto sí es cierto… pero lo demás también es verdad… para quien desee creerme.  No pude dejar de pensar en el collar de olivos. Ahora lo tomo fuertemente. Me aferro. No siempre es fácil. Divad te extraño.

 Noticias Mi Ciudad

Leer Más

Retsé

Historia II. El valle de la sabiduría


0 comentarios

Estaba un poco asustada al desconocer el futuro. Obvio, no sabía todo y en mi cabeza rondaban demasiadas preguntas. Les cuento que siempre me pasa… Algo apasionante y a la vez agotador. Vi una catarata que bajaba entre la maleza. Me acerqué para hidratarme, ya mi cuerpo había sido entrenado para optar por un estilo de vida saludable. El agua, recalco: EL AGUA; refresca más y armoniza con mi sangre. Es todo un enigma. Luego les cuento. Soy curiosa. Me acerqué al centro del terreno, cautivada por esa luz esmeralda. La toqué discretamente pero estaba caliente… y ese terreno tan suave… me tragó. Otra vez, ¡noooo! ¡Qué episodios los míos! Allí iba, nuevamente, siempre con hojas, pero esta vez con raíces y tierra. Quién sabe qué otras especies me habré topado. Todo se detuvo, llegué a un lugar alto. Tal vez a 2000 metros de altura. Todo estaba muy tranquilo, aunque a lo lejos se veía mucha gente. Bueno, había pensado buscar gente en Costa Rica, pero parece que ahora estaba en otro lugar. No estaba segura. Me di la vuelta, había una caverna. De allí salía esa misma luz esmeralda. La perseguí. Vi una silueta de alguien, si así se puede describir. — Retsé. ¿Dónde habías estado? — ¿Conoces mi nombre? ¿Quién eres tú? ¿Dónde estoy? ¿Qué es todo esto? No entiendo, ¿qué está pasando? — Sé que hay muchas preguntas. Al tiempo se irán vislumbrando. Haz perdido algo, no puedes distraerte por los demás o por lo demás. Muchos lo andan buscando… pero… para destruirlo. Escóndelo. No puedo revelarte nada. Solo piensa en mí y búscame. Siempre puedo llegar. — No entiendo, dame al menos dos segundos para entender este proceso. Toda mi vida he buscado respuestas. No me enredes más en esta odisea. — Toma tu collar, guárdalo. Solo eso. Has llegado al Valle de las Leñas, en Mendoza, Argentina. Muy lindo lugar, con historia y misterio. Perdiste tu placa de olivo durante el aterrizaje a Costa Rica. Solo una petición, guárdalo. Que nadie te la robe. Por cierto, soy Divad, el león. — Vamos a caminar por la montaña, estoy muy estresada. También con adrenalina. Todo esto me parece mágico, pero tengo mucho en mi cabeza. En mi vida. Noticias Mi Ciudad

Leer Más