Hay tanto que aprender, tanto que hacer. Con mis ojos abiertos al presente, no tengo tiempo de mirar más al pasado, ni creerle a la debilidad o al desánimo. Sé cómo trabajan, sé cómo operan: no de frente sino de espaldas…no con la verdad, sino con el engaño. Me dispongo a trabajar solo por la verdad, cada día, cada amanecer, cada anochecer, en soledad o en compañía. Yo me dispongo a trabajar y a creer por mí y por otros…esto no es un peso, es un deleite.
Elenny Hernández Cerdas