Emisarios de Ilusión

¿Mi ciudad fue judía?


Esta es mi ciudad, situada al este de la península ibérica en Catalunya y muy cerca de los Pirineos, tal como se ve en la foto.

Mi infancia la tuve a los pies de ese torreón alto, La Seu Vella, y sin yo saberlo, caminé por donde muchos judíos habían vivido.

Aquí llegaron muchos siglos atrás, formando una sociedad integradora con cristianos y musulmanes… hasta que… llegó la inquisición y destruyó toda convivencia.

El lugar era y es privilegiado por la buena comunicación en carreteras y ferrocarril. Además es mayoritariamente agrícola, famoso por su fruta.

Mi padre fue el primer pastor evangélico de la ciudad en tiempos del dictador Franco. Los cristianos evangélicos y judíos fueron perseguidos y mi padre fue quien me enseñó algo de la historia judía y a amar a Eretz Yisrael.

Considero un privilegio que me invitaran a la inauguración del evento que seguidamente comento en la traducción del artículo de prensa.

(Lo que está escrito a continuación entre paréntesis, es mío. Son datos históricos, o bien para clarificar).

Extracto de la noticia del periódico “El Segre” (23-9-2018)

La ciudad recupera uno de los “Calls” más importantes de Catalunya (“Call” es el nombre que se le da aquí para “barrio”).

La excavación de la zona conocida como la Cuirassa (la Coraza, por hacer de coraza defensiva de la ciudad) y la cual fue de los barrios judíos más importantes de Catalunya, ha puesto al descubierto parte de la trama urbana medieval de la ciudad, así como numerosos objetos que testifican la presencia de la comunidad judía en Lleida, antes de su decadencia y expulsión en el siglo XV.

Los arqueólogos encontraron parte de la antigua calle Soquet (derivaría de “ha-shuk» ya que se dedicaban a la venta, el comercio, el mercado, que todavía existe), del siglo XIII, incluido el pavimento, los desagües y los restos de fundamentos de casas.

También aparecieron vestigios de otra calle, de la antigua plaza de la judería, los depósitos de un taller de pergaminos, restos de un antiguo seminario y las ruinas de una casa que perteneció a judíos acaudalados, incendiada por los cristianos durante la persecución de 1391 y en la cual se encontraron piezas únicas en la península, como una gran tinaja (o ánfora) de origen andalusí.

También se encontraron restos de tela doblada, de vajilla, una espada, un caldero de bronce y parte del montante (similar a una columna) de piedra de una puerta con tres estrellas de David grabadas. De hecho, la excavación arqueológica en este punto, seguirá en marcha a pesar de que el «Call» ya es visitable, de manera que es probable que aparezcan más vestigios.

El barrio judío de Lleida cayó en decadencia después del pogromo de 1391 y de 1410 en que solo quedaban 28 familias. Después de la expulsión de los judíos no convertidos en 1942, se redujeron a una docena.

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Después de tres años de obras, Lleida por fin “estrenó” ayer el barrio judío, situado en el corazón del centro histórico.

Los judíos se establecieron al lado de la muralla de la antigua ciudad andalusí del siglo IX y X denominada La Cuirassa y el barrio adoptó también el nombre del muro que lo protegía.

Contribuyeron al crecimiento de la ciudad y convivieron con las culturas musulmanas y cristianas hasta principios del siglo XV.

A la inauguración, a la cual asistieron más de 300 personas, participaron representantes de las tres religiones como muestra de la convivencia.

“Este acto no ha de ser tan solo de memoria histórica, sino de paz, encuentro, diálogo y de darnos todos las manos”, indicó el alcalde, Félix Larrosa.

Subieron al escenario el Imán Abdelwahab Houzi, considerado como uno de los principales líderes del salafismo; el Rabí David Libersohn; y la delegada ecuménica del obispado Francesca Agustí…

El acto combinó cantos y alguna oración en catalán, hebreo y árabe e incluyó alguna representación a cargo de los alumnos del aula de teatro, de escenas de la vida de los judíos, relacionado con los vestigios arqueológicos que se han encontrado, como un taller de pergaminos o una casa de conversos (la lavandería y una panadería). La inauguración finalizó con música sefardí.

El alcalde destacó que la recuperación del Call “contribuirá a la dinamización económica y turística del centro histórico y será un nuevo espacio de encuentro y ocio de la ciudadanía”, además de mejorar la conexión con la Seu Vella (Catedral Antigua del siglo XIII que fue casi destruida por el ejército del rey Borbón, Felipe V como castigo a los catalanes en 1714 y convertida en cuartel militar hasta 1960 más o menos. Yo todavía recuerdo haber visto soldados acuartelados allí. Eso fue algo que el pueblo catalán no ha perdonado. Hoy en día es un monumento histórico casi reconstruido del todo, salvo las señales que han dejado como testimonio del odio que lo motivó).

En total, son 6,000 m2 articulados a través de un sistema de terrazas y pasarelas que permiten salvar un desnivel de 14 metros y observar los restos arqueológicos (ver desglose). Este proyecto incluye el ascensor de la Costa del Jan (un judío muy nombrado por ejercer de médico), pendiente desde hace más de una década que conecta el Eje Comercial con el Call. El presupuesto ha alcanzado finalmente 1,1 millones, de los cuales 500,000 euros proceden de una subvención de la Generalitat (el gobierno catalán) para el proyecto de mejora turística denominado precisamente, “Concordia, la ciudad de las tres culturas”.

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Autora: María Ruth Gómez
Extracto de la noticia: Periódico “El Segre”
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