Felicidad es la seguridad de que nuestra vida no está pasando inútilmente. Son estos intervalos entre un trabajo cansado y otro trabajo cansado, estos momentos que la gente puede conversar con un amigo, jugar con los hijos, leer un buen libro…
El error es pensar que el confort permanente, el bienestar que nunca acaba y el goce de todas las horas son la verdadera felicidad. (Érico Veríssimo – Escritor brasileño – 1905/ 1975).
Un comentario al texto anterior lo podemos enriquecer observando con cuidado y reconociendo que el goce permanente no existe, que la felicidad es eterna, que nunca seremos infelices y que podemos lograr el goce de manera prolongada. La verdad es que no. La alegría, el goce, la infelicidad son tan solo momentos, instantes fugaces que llegan a nuestras vidas de manera subrepticia y de la misma manera se van.
Lo que tenemos que hacer es reconocer y vivir intensamente esos escasos momentos de alegría y felicidad que nos llegan, aprovecharlos y disfrutarlos intensamente ya que no son permanentes. Por eso es que no somos felices, porque no disfrutamos de esos instantes de felicidad y creemos que se extenderán para siempre. Vive con poco, porque lo poco te dará mucho. Vive feliz contigo mismo y lo serás con los demás.
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