Mi Ciudad Saludable

Podemos nuestros rosales


Creemos que a todos nos pasa esto, tenemos muchas ideas, pero parece que dos personajes a veces no quieren ayudar: el tiempo y la energía.

Hay un constante combate. Siempre. Perseguimos ideas, emociones, ganas. Nuestra lista va creciendo… pero las agujas van rápido y no siempre tenemos una electricidad constante. Nos agotamos.

Aún así todavía existen los salvavidas. Hemos escuchado por allí de algunas estrategias que pueden ayudarnos con este gran reto de ideas y proyectos llegando…

 ¿Ah? Sí. Suena rarísimo. Lo mismo le comunicamos a los que andan hablando de este estilo de vida… pero después lo entendimos. Te vamos a contar…

Hay una comparación que dice: las ideas son como rosas brotando… Conforme crece ese rosal, parece que llega un momento donde las rosas ya no se pueden sostener. Es demasiado.

Por eso es que los jardineros podan esos rosales, dando una mejor apariencia y productividad. Si no se hace, se marchitarán y morirán.

Si nuestro objetivo es que florezcan, entonces debemos podarlos más de dos veces, cada año. Así funciona con las ideas. Se deben podar y recortar. Con coherencia.

Aunque haya potencial, debemos dejar que las mejores florezcan y brillen. Cortemos lo bueno. Dejemos lo excelente.

Los rosales tienen limitaciones como nosotros. La energía y vitalidad se agotan. Es sabio podar antes de que llegue la muerte.

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Dibujo: Freepik
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