Somos lo que deseamos dentro nuestro. La ratzón (voluntad en hebreo) interna, nos representa. ¿Y qué está allí dentro? Nuestra alma, luz que desea hacer el bien… y aunque a veces se oculta… cuando se abren sus cortinas… se ven muchos… y muy buenos deseos.
Es despertar nuestros jardines y ver los ríos bañar a todo el mundo. No existen imposibilidades. En el mundo de los deseos, el alma viva, danza y se conecta con su fuente, quien siempre desea el bien. Nos movemos, corremos, actuamos, creamos. Que nuestra voluntad sea como la de arriba. La perfección es una mezcla de voluntad (pasión) con acción.
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