Mi paso desequilibrado tuvo un giro llamativo. Al comienzo sentí un comezón de nervios ante pesada incertidumbre.
No elegí la hazaña, pero un amorío sublime llamó mi atención, sobre todo porque la ocurrencia tuvo curiosidad.
Allí envuelta en una odisea histórica recorrí los espacios más estrechos y un mapa bien diseñado me orientó sin queja.
Sabía que la ruta estaba bastante detallada y con una planificación suculenta. Al pasar la última etapa no se imaginan lo que vi…
Una cabaña fantástica, ilusoria, de esas que se mueven como gelatina, pero al mismo tiempo si te acercas mucho…explota.
Todo estaba formado con globos coloridos, con objetos reales creados sin presión de tiempo.
Mi gran impresión bastó para quedarme, pues de lo contrario perdería la gran ceremonia de algunos seres amigables.
No tengo idea por qué eligieron globos para la exhibición, pero era una de las tantas preguntas en reserva.
Sin condición esperé con ansias hasta entender la aventura, el propósito con toda seguridad llegaría.
Christy Petri (Quesada Segura)
