Audaz con o sin arco, pero atrevida. Su grito retumba cuando trona la gloriosa suntuosidad. Al acercarse, las huellas se intimidan con pronósticos de lucha.
Su oído lleva un canto insondable que aterriza en sus ojos consistentes. Un paso más y despierta la firme seguridad… aunque broten diluvios fastidiosos.
Su ave es conocida… La misma fuente del discernimiento con destrezas atípicas. La compañía fortalece los pensamientos, agilizando sus acciones.
Es infalible con su protección sincera. Juntos logran la conmoción ante inviernos “inacabables”. Un “ vamos” lidera el episodio. Un “se puede” gobierna con esperanza.
Ambos son listos. Una depende y aprende del maestro. Otro, satisface sus entrañas ante una dama llena de aura. La unidad depende de olivos… delinean la ruta con vivacidad y agrado.
