ADN Energético

DAEMON MERIDIANUS. Carta II (por Jorge Cubero)


Esperamos que disfruten la segunda carta de  “Daemon Meridianus” o “Demonio Meridiano”. Recuerden que este cuento se refiere a la pérdida de la magia y fantasía en la edad adulta, y el autor a través del escrito intenta debatirlo…

DAEMON MERIDIANUS. Carta II. Jorge Cubero

Carta II

La búsqueda

Jueves 11:15 pm,

Sofía estaba recostada en su cama con la computadora en sus regazos, a ella le encantaba quedarse hasta tarde rebuscando y desentrañando en internet viejas dudas de su cabeza. En ese momento, buscaba información sobre la combustión espontánea (tema que le parecía muy interesante), pero de repente recibió un mensaje instantáneo a través de una red social. Era Edgar, un amigo del colegio que hace mucho tiempo había perdido de vista.

Edgar la saludó y luego ella le preguntó acerca de sus melodías preferidas; ya que él se dedicaba a dar clases privadas de música y siempre se le había conocido por una especial fascinación con la estética musical. Le gustaba siempre indagar la música popular y mostrar la influencia de uno o varios artistas.

Él le contestó que era una pregunta sumamente difícil y mucho más para un apasionado de la música, ya que la gama de estilos y movimientos musicales son muy variados. Esto despertó aún más la curiosidad de Sofía por saber la respuesta de su amigo.

— En honor a quien lo merece y sin caer en estereotipos esnobistas, considero que el maestro Wolfang Amadeus Mozart se lleva el número uno. No por el reconocimiento de cualquier oído mortal con su «Pequeña Serenata Nocturna» o su «Marcha Turca», sino porque hay un sin número de complicadas y construidas melodías que la gente común y corriente no podría ni siquiera apreciar. El hecho de que personas como yo adoren, aprecien la música o queden encantadas con el “Allegro Maestoso” del concierto para piano No.21, la obertura de la ópera de «Don Giovanni», “Lacrimosa” de su Requiem o «Misa de Muertos», me hace sentir realmente muy bien porque puedo apreciar este tipo de música.

En ese momento Sofía se dio cuenta lo afortunado que era su amigo. Ella deseaba tener todo eso: una percepción más fina de las cosas, suficiente para entender de una manera diferente. No quería lo común de lo que somos víctimas, o conformarse solo con la educación que recibimos, sino algo que fuera más allá. Más onírico, más subconsciente, sin recurrir a elementos externos como una droga o cualquier ensordecedor de la realidad.

Se quedaron conversando hasta que los sorprendió el amanecer.

— Fue realmente una conversación muy refrescante, le escribió Sofía a su amigo Edgar despidiéndose.

— Te aseguro que hace mucho no encontraba a alguien tan interesante con quien hablar estas cosas, le contesto él.

Viernes 5:00 pm

Sofía se quedó muy intrigada por las melodías que su amigo Edgar le había mencionado, así que decidió descargarlas y escucharlas para poder entender el significado. Primero puso en el reproductor de su carro el concierto para piano No. 21 “Allegro Maestoso”. Mientras escuchaba ese juguetón baile de notas de piano que se desdoblaban para arriba y abajo, su cabeza empezó a volar en un recuerdo de su infancia, cuando visitaba a su abuela en el campo. No pudo evitar escribir los extraños recuerdo y sueños que vinieron a su mente en ese momento.

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Historia: Jorge Cubero Ocampo
Ilustrador: Kevin Gutiérrez
Noticias Mi Ciudad

 

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