ADN Energético

No te olvido


He aprendido a amarte y aún lo sigo haciendo apasionadamente. Me has enseñado a MEDITARTE, a recordar cada reverencia que con fuego despertaba día y noche.

No olvido cuando en mi habitación, en la calle o acompañada por el mínimo o máximo susurro de la vida humana, mi mente trazaba una constante melodía de tu nombre. ¡Sí! También de tus nombres.

Te sigo escribiendo porque te lo dije muchas veces: no te he olvidado. Sí te extraño y te respiro. Sí te sueño y espero. Sí te creo y te amo. Sí te siento y te encuentro.

Solo tú Creador misterioso, solo tú entiendes mi alma y me haces sentir amada. Solo tú comprendes mi ser. Te siento y pienso con el cerebro, corazón e hígado… Con ese camino de meditación que ensancha luz.

Si quieres recibir nuestros escritos y llenarte de luz, puedes suscribirte aquí.

Dibujo: Freepik
Noticias Mi Ciudad

Deja un comentario

Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.