Emisarios de Ilusión

El regalo de los aguacates


Llegamos a la habitación de un hotel acogedor en una hermosa playa. La vista desde arriba permitía apreciar lo que sucedía afuera.

De un pronto a otro escuchamos algo “cayendo” así que nos fuimos rápido a asomar. Era uno de los jardineros que estaba atajando “algo”. 

Muy curiosos le preguntamos qué estaba atajando y nos dijo que aguacates. De hecho, el árbol era demasiado grande y los aguacates también.

No sé por qué nos hizo sonreír, tal vez porque son esos momentos espontáneos que solo producen hermosas sensaciones. 

Así estuvo el jardinero atajando aguacates un buen rato… pero la segunda vez que nos asomamos, muy amablemente nos preguntó que si queríamos y la respuesta fue un claro ¡SÍ!

Muy emocionados bajamos las escaleras para ir a recogerlos. ¡Qué detalle más lindo! Apreciamos mucho ese tipo de iniciativas. ¡GRACIAS!

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Dibujo: Freepik
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