Después de haber tenido un recorrido muy lindo por Dresden y Grunberg en Alemania, llegamos a Luxemburgo, Bélgica. Ya hace algunos años habíamos realizado un viaje allí con mi familia y mi esposo (Esther, nuestra hija aún no había nacido).
En Luxemburgo nos habían gustado mucho los edificios históricos y recordamos muy bien que todo era costoso, pero no disfrutamos la belleza de la ciudad por falta de tiempo. ¡Ahora conocemos mucho más!
Es un lugar cosmopolita, con alta calidad de vida. Tiene un importante dinamismo laboral. Se encuentran instituciones de la Unión Europea, empresas internacionales y bancos privados importantes. El transporte público es gratuito. Se combina la naturaleza y la ciudad.
En la antigua ciudad de Luxemburgo, mientras caminábamos, encontramos la banca donde mi esposo y yo nos habíamos tomado una foto hace algunos años en un viaje en familia. Hoy en la foto sale Esther. 😍
Visitamos el Château Vianden, uno de los castillos más hermosos de Luxemburgo. Aquí vivió el poeta y escritor de «Los miserables», el francés Victor Hugo. En el interior se encuentran escritos, cosas personales y algunos dibujos de esta obra. Amamos visitar castillos y amamos cuando estos se sitúan sobre los montes. Son excelentes puntos de inspiración para mirar más allá del paisaje y dejar que la espuma del café traiga los mejores proyectos.
También tuvimos un encuentro con mi otro cuñado, su novia y mis suegros. Día de paseo en el Parc Merveilleux en Luxemburgo. Un parque para niños ¿y por qué no para adultos? Un lugar donde se combinan animales, cuentos, playgrounds e innovación tecnológica.
En otro momento tuvimos la oportunidad de visitar los trampolines en Lovaina, Bélgica. Pudimos escaparnos para divertirnos con Esther. Brincar siempre es adrenalina pura y siempre nos hace ser niños mágicos. La jirafa y el león de la pared son dibujos que estaban en una tienda de ropa de niños. ¡Todo era hermoso! Además la llevamos a un playground interno donde también habían juegos para sus edades y muchos niños celebrando fiestas de cumpleaños.
La verdad Luxemburgo es una ciudad maravillosa. Su juego de montañas y edificaciones nos recuerda a Edimburgo y a Jerusalén (nuestros paisajes y ciudades preferidas en cuanto a belleza física, solo que Jerusalén y otras partes de Israel son para nuestra alma: un perfume y para nuestro rostro: una sonrisa).
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