ADN Energético

Ciudad del refugio


No me conformo con ese eco que dice «soy la ciudad del refugio». Posiblemente tiene razón, pero se requiere de alguna inspección personal…cabe enfatizar…de mi persona.

Alguna leve idea se acomoda en mi mente, imaginando los posibles escenarios que recrean cada día toda una exhibición innegable de altos afectos y osadía.

No es así tan sencillo, las impresiones retenidas pueden saltar incontrolablemente, tras el rastro de la verdad y calma, de la ventura y refugio.

Nunca en los años de existencia he experimentado un elevo de expectativa, de intriga y pretensiones comburentes.

Estoy lista, para esta temporada. Tengo una completa disposición para sumergirme entre la historia y melodía. Mi vida está preparada para caminar hasta llegar al amparo.

Sé que lo imaginan…Tomaré mi mochila, mi mapa, mi interés, mis ganas y todo el dinamismo. Yo misma debo descubrir la gran pureza que fluye entre el desierto y el agua, entre las personas y la naturaleza.

Me voy, esperando un encuentro, una plática. Me voy con la clara decisión de vivir allí, pues aunque es el eco quien exalta su belleza y grandeza, mi corazón también se le une reconociendo que verdaderamente es «la ciudad del refugio»…y sobre todo…porque allí es mi hogar real.

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Dibujo: Freepik
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